Este es el segundo libro de Anne Rice que leo en este año 2025, y, para ser sincero, lo comencé un poco desilusionado dado el sabor de boca que me dejó "Ladrón de cuerpos".
En este blog tengo una reseña (generada en parte por mí y en parte por un modelo de IA). La conclusión generada no dista mucho de mi propia conclusión, de esa que sigo teniendo en la cabeza. Ahí vislumbré a un Lestat deprimente, y no en el sentido literario, sino en el sentido estricto de la palabra: un personaje que posiblemente ya no tenía más historia que contar, un libro que parecía no tener rumbo. Si bien sabíamos lo increíblemente poderoso que se había vuelto Lestat (después de lo sucedido con "La reina de los condenados"), ahora nos narraban la decisión de Lestat por autodestruirse, o peor aún, de volverse humano nuevamente a través de una transferencia de cuerpos.
Creo que este tipo de novelas "fracaso" suceden cuando a un escritor lo "queman", y no dudo que el gran éxito tenido allá en los 90s con la primera trilogía haya presionado a nuestra gran escritora a sacar un mal producto. Y ni hablar de su final, un final forzado, carente de todo sentido, convirtiendo al gran personaje de David Talbot (con el nuevo cuerpo adquirido después de la peripecia de Lestat y el ladrón de cuerpos) en un ser oscuro sin su consentimiento. (¿Será que también mi criterio se vio afectado?).
Dicho lo anterior, mi lectura comenzó, tal vez un poco forzada, carente de ilusión, pero con un atisbo de poderme encontrar con una Rice resurgida y recuperada.
Para mi sorpresa, creo que lo logró. A partir del capítulo 10, consiguió mantenerme al borde de las letras, de las páginas. Dato curioso: comencé la lectura en mi lector electrónico, pero dada la buena impresión que me iba dejando, opté por comprarlo físicamente y palpar el resto del libro con mis dedos. Los primeros capítulos me resultaron un poco innecesarios, posiblemente extendidos a propósito para aumentar el número de páginas, porque sin problema la historia del mafioso Roger podría haberse resumido en un par de capítulos.
La verdadera sustancia del libro se encuentra a partir del capítulo 10, donde aparece por primera vez Memnoch, el mítico diablo, ángel caído, encarnado en la apariencia del hombre más común de la Tierra.
Y es a partir de aquí que el diálogo entre Lestat y Memnoch se torna interesantísimo. Sin caer en spoilers, sabemos desde la sinopsis que ante Lestat se aparecería el mismísimo Diablo para ofrecerle ser su lugarteniente, lo que podría detonar un sinfín de teorías.
Pero para fortuna del lector, la propuesta va acompañada de la versión de Memnoch, el diablo (a quien no le gusta para nada ser nombrado como Satán, Belcebú, Lucifer, etc.), sobre lo que realmente pasó desde el inicio de los tiempos.
Al inicio de la conversación, hay unos párrafos que me "rompieron":
Memnoch: — Empecemos por la Creación. En primer lugar debo decir que no sé nada sobre la procedencia de Dios, ni el cómo ni el porqué. Nadie lo sabe. Todos los escritores místicos, los profetas de la Tierra, hindúes, zoroástricos, hebreos, egipcios, reconocen la imposibilidad de comprender los orígenes de Dios. Eso no me incumbe, aunque sospecho que al final de los tiempos lo sabremos.
Lestat: — ¿Te refieres a que Dios no ha prometido revelarnos de dónde procede?
Memnoch: — ¿Sabes una cosa? — replicó Memnoch con una sonrisa —. Creo que ni Dios mismo lo sabe. Creo que ese fue el motivo de que creara el universo físico. Piensa que observando la evolución del universo conseguirá averiguar sus orígenes. Ha puesto en marcha un gigantesco jardín salvaje, un experimento descomunal, para comprobar si al final aparece otro ser como Él. Dios nos ha hecho a todos a su imagen y semejanza, es antropomórfico, sin duda, pero no es material.
Y termina con esto:
Memnoch: — Pienso que Dios nos creó a partir de su propia imagen. Creó un universo físico cuyas leyes determinarían la evolución de unas criaturas semejantes a Él, unas criaturas materiales. Pero no tuvo en cuenta un curioso detalle. Sí, la historia de la Creación está plagada de curiosos detalles. Ya sabes lo que opino. Tu amigo David lo descubrió cuando era mortal. Creo que el plan de Dios fracasó.
Este potencial preámbulo nos dicta muchísimo, nos dice posiblemente parte de la verdad de este Ángel quien siempre fue curioso del plan de Dios. Y a partir de aquí es que vemos las revelaciones que Memnoch le hace a Lestat desde la creación del universo (Big Bang), el milagro del cambio de las primeras moléculas inorgánicas a orgánicas, hasta su evolución completa actual.
La historia es riquísima en datos, pero además, es exquisita en la disputa del bien y el mal, de perspectivas, de significados y de comparaciones entre creaciones. Incluso, el papel que el mismo funge (distante al que conocemos todos) y encomendado por Dios para salvar las almas humanas.
Disfruté cada diálogo, disfruté que Lestat no fuera el centro de atención, que se viera disminuido ante un poder mayor. Disfruté las tentaciones que incluso Dios le muestra a Lestat, y sin lugar a dudas, disfruté esta versión de las cosas, con mucho bagaje bíblico incluyendo libros apócrifos.
Si bien, no está a la altura de "Lestat el Vampiro", creo que este libro vale mucho la pena leerlo. Incluso, pasa de ser "otro libro de vampiros" a un libro de reflexión profunda sobre la creación, el significado de la vida y la profunda devoción que puede tener el hombre ante algo intangible.
Jorge Hernandez :: http://jorgeluis.com.mx